Lo que se viene: la Industria 4.0 o la Cuarta Revolución Industrial

¿Cómo nos debemos adaptar a este cambio a escala global? El Internet de las Cosas será muy útil para ello

El trabajo remoto, que irrumpió en nuestro país como consecuencia de la pandemia, no quedará de lado cuando este flagelo mundial sea ‘vencido y controlado’—y ojala que sea muy pronto— por el contrario, este se especializará cada vez más y funcionará a escala global. Y es que este cambio es el preludio de la Industria 4.0 o también conocida como la Cuarta Revolución Industrial. 

Hoy en día, en varios sectores productivos aún es necesario que el trabajador se desplace físicamente hasta su centro de labores, pero la tendencia mundial —impulsada por la integración económica— es que pueda ser más ‘productivo’, sin importar su distancia física de la empresa. 

Esto será posible a través de la interconexión digital en tiempo real, con apoyo de otros avances tecnológicos, de acuerdo a la complejidad de su labor, como la inteligencia artificial, la robótica, el internet de las cosas conocido como IoT (de Internet of Things), entre otros. El uso de estas tecnologías caracteriza lo que se conoce como Industria 4.0.

La Industria 4.0, según el docente de la Maestría en Internet de las Cosas de la Universidad Católica San Pablo, Eber Huanca Cayo, básicamente consiste en la incorporación de la inteligencia artificial en la toma de decisiones, de manera autónoma, dentro de los diferentes procesos productivos.

“La evolución de tecnologías como la inteligencia artificial, la impresión 3D, las comunicaciones 5G y el IoT, posibilitan el inicio de la era de la Industria 4.0, haciendo realidad la comunicación inteligente entre máquinas, en los diversos sectores industriales como minería, agro, energía, telecomunicaciones o biomedicina”, explicó el también doctor en Sistemas Mecatrónicos por la Universidad de Brasilia (Brasil).

En términos prácticos, la Industria 4.0 permitirá que una empresa a través de la inteligencia artificial sea capaz de adaptarse, de forma autónoma, a los requerimientos del mercado, a partir de una planificación de la producción y el uso eficiente de los medios de producción que dispone para ello.

¿Sabías qué?

El Internet de las Cosas (IoT) es la tecnología de comunicación inteligente, que permite la interconexión entre dispositivos electrónicos para mejorar su eficiencia y optimizar la experiencia en los usuarios.

Incluso se podrá pronosticar el mercado, diagnosticar la ‘salud’ de las máquinas y brindar mayor seguridad al personal, etc., con la finalidad de mejorar los niveles de productividad.

En el campo de la telemedicina, se puede dar autonomía a robots para hacer diagnósticos de enfermedades y ejecutar intervenciones quirúrgicas a distancia.

A escala global

No obstante, Eber Huanca también aclaró que hay varias limitaciones que se deben superar en nuestro país para implementar este nuevo concepto de “automatización inteligente”, que busca que los procesos productivos sean sinérgicos e interconectados a escala global, superando las barreras tecnológicas como la latencia en sistemas de control y comunicación. 

La comunicación entre las máquinas será posible con la irrupción del IoT.

Una de estas limitaciones principales es el reducido ancho de banda y la falta de infraestructura para mejorar los sistemas de comunicaciones y el otro, es el reducido número de profesionales con conocimientos en integración de tecnologías de IoT y su aplicación en diferentes procesos productivos. 

“Sin duda alguna, en la medida que los distintos sectores industriales cuenten con profesionales conocedores de la tecnología IoT, tendrán más posibilidades de incursionar en la modernidad de la Industria 4.0 y con ello, sus negocios tendrán un alcance global”, enfatizó. 

Un tema de subsistencia

Ahora, tampoco se trata de garantizar un adecuado sistema de telecomunicaciones solo en las ciudades donde se encuentran las fábricas, sino en todo el país, y en todo el continente sudamericano.

La comunicación entre las máquinas será posible con la irrupción del IoT.

“La idea de esta industria es que sea una tecnología a escala global y por eso no es tan sencilla su implementación. Europa, Estados Unidos y parte de Asia tienen buena comunicación digital y allí podría funcionar, pero África y Latinoamérica representan un problema. Además, debemos tener en cuenta que las revoluciones industriales, no solo son actividades académicas e industriales, son también actividades económicas; entonces si queremos subsistir en esta economía global, requerimos de condiciones tecnológicas de igualdad [con los países europeos] y eso no hay en este momento”, agregó.