El uso de sistemas de aislamiento sísmico y disipadores que protegen a las edificaciones frente un movimiento telúrico tiene apenas una década de implementación en el Perú.
Los profesionales de Ingeniería Estructural deben estar preparados para asumir este reto, en concordancia con las políticas del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Concytec), que tienen como objetivo la generación de nuevos conocimientos y la incorporación de tecnologías innovadoras.
La norma de aislamiento sísmico obligatorio para las edificaciones en nuestro país se publicó en noviembre de 2019, pero son pocos los ingenieros estructurales peruanos con experiencia en el manejo de esta tecnología.
Por eso, esta área de estudio se ha convertido en un campo idóneo para el desarrollo de los profesionales que buscan innovar en el diseño de grandes construcciones como colegios u hospitales, pero también en aquellas residencias multifamiliares con pocos pisos, especialmente en las regiones del interior del país.
Si estás pensando en estudiar una maestría en Ingeniería Estructural, te invitamos a conocer más sobre los sistemas de aislamiento sísmico y disipadores en el siguiente artículo.
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La idea central del aislamiento sísmico es que la energía emanada desde el centro de la tierra durante un sismo no entre en contacto directo con la edificación. Es decir, los dispositivos instalados le permiten a la estructura aislarse de las vibraciones horizontales del suelo durante el movimiento telúrico.
Para lograr este efecto “aislante”, que evita que la edificación se mueva al mismo ritmo del suelo durante un terremoto, se instalan distintos tipos de dispositivos como los aisladores y, en otros casos, también se incorporan disipadores de energía.
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Los aisladores sísmicos se instalan en la subestructura interna y trabajan en conjunto con los apoyos estructurales de las edificaciones. Su objetivo es separar a la edificación de los movimientos que se puedan producir en el suelo, lo que le otorga una mayor flexibilidad al momento de un sismo.
Por su parte, los disipadores de energía incrementan la capacidad de disipación de energía de las edificaciones, al igual que sucede con un auto o una bicicleta en movimiento. Estos dispositivos son instalados para hacer desaparecer la acumulación de energía sísmica y evitar que las estructuras se agrieten o colapsen en medio de un terremoto.
La construcción de edificaciones con un buen sistema de aislamiento sísmico es la meta en el país, pero los costos asociados no ayudan a que la incorporación de esta tecnología avance a un ritmo más acelerado.
Por ejemplo, en una vivienda residencial de tres a cinco niveles se pueden necesitar entre 15 y 18 aisladores para construir un buen sistema de aislamiento sísmico. El precio de cada uno de estos aisladores está alrededor de los $1.500. Por eso, en nuestro país, muchos desarrolladores inmobiliarios lo ven como un costo elevado para las construcciones.
De hecho, en la Maestría en Ingeniería Estructural de la Universidad Católica San Pablo, trabajamos actualmente en un proyecto de investigación junto al Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec) para desarrollar aisladores sísmicos de bajo costo, a partir de su fabricación con materiales nobles como el concreto armado.
Este tipo de proyectos, que forman parte de nuestra maestría, pueden ayudar a desarrollar sistemas de aislamiento sísmico según las necesidades específicas de la estructura y pueden incorporarse durante el proceso constructivo.
Esto permitirá abaratar los costos de instalación de esta tecnología y, a la vez, ayudará a implementarlos en construcciones sencillas de viviendas, de un solo nivel o de dos niveles, y no solo en grandes edificaciones.
Añadir este nivel extra de protección sísmica a las estructuras de todo tipo en el Perú es una fórmula sencilla para ahorrar costos de construcción en el largo plazo y salvar más vidas ante la ocurrencia de un fuerte terremoto. Y claro, es el tipo de avance tecnológico con el que estamos comprometidos en la Maestría en Ingeniería Estructural de la San Pablo.
Si te interesa profundizar en cómo las edificaciones pueden adoptar un sistema de aislamiento sísmico, este es un buen momento para revisar el plan de estudios de la maestría.
Prepararse para diseñar estructuras con el uso de disipadores y aisladores sísmicos es apenas uno de los aprendizajes innovadores de este programa profesional, que también incluye el diseño con materiales alternativos o con el acompañamiento de Inteligencia Artificial.
Prepárate para el futuro de la ingeniería sismorresistente y pregunta más detalles sobre la maestría en Ingeniería Estructural que ofrecemos en la Universidad Católica San Pablo.