Las Humanidades, siguen vigentes en medio de esta era digital y de tecnologización
Amigo lector, ¿alguna vez se planteó estas preguntas existenciales?: ¿quién soy?, ¿para qué existo?, ¿hacia dónde voy? o ¿qué importancia tiene el otro? Si lo hizo, es porque, como todo ser humano que aprecia serlo, empezó a cuestionar su propia existencia. En caso haya aflorado tu gusto por la filosofía, es fundamental llevar una Maestría en Humanidades.
Con ella, no será necesario recurrir a grupos de apoyo emocional o libros de autoayuda para encontrar una respuesta a estas interrogantes. Así, sabrás que ha llegado el momento de emprender esa búsqueda de la verdad, un camino que no es nada sencillo y donde no siempre se tiene garantizado el éxito. Para conocer más del tema, sigue leyendo el siguiente artículo.
En la actualidad, vivimos en una era donde la digitalización y la tecnologización, nos conducen hacia la cultura de la eficacia.
Es decir, a conseguir nuestras metas y objetivos, haciendo uso de todos los recursos técnicos y tecnológicos que disponemos. Sin embargo, nada nos garantiza que este éxito vaya de la mano de lo que es bueno para la sociedad y para nosotros.
Como sostiene el docente de la maestría en Humanidades de la Universidad Católica San Pablo, Jorge Martínez, hay cierto conflicto entre el concepto de eficacia y el de búsqueda de la verdad.
Esto quiere decir que se puede ser un profesional exitoso sin vivir plenamente como ser humano. Ahora, tampoco se trata de cuestionar el éxito profesional. Al contrario, es algo que se debe promover. Y de forma complementaria, como señala Martínez, es muy importante que se planteen las preguntas existenciales con las que empezamos este artículo.
“Pero no lo haga de manera aficionada, sino de forma sistemática y en instituciones académicas que se ocupen de este tipo de cosas. De lo contrario, acudirá a círculos de autoayuda, que terminarán distorsionando el sentido de la búsqueda de la verdad”, aclara el también doctor en Filosofía por la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica).
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En un siglo donde la sociedad rinde culto a la individualidad, la política, al promover las identidades colectivas, pone en riesgo la presencia del otro (la otra persona). Y es en este contexto en que adquieren relevancia las Humanidades, ese conjunto de ciencias sociales que, permiten sortear la coyuntura desfavorable y no dejan de ‘humanizar’ al ser humano.
Como explica Jorge Martínez, de lo que se trata, es de abrirnos a la idea de que convivimos en sociedad. “Somos seres cuya naturaleza es convivencial y no podemos negar eso. No solo importa el ‘yo’, sino el otro”, enfatiza.
“La idea de amar al otro y cómo hacerlo todos los días, se pierde en este mundo, donde uno se encierra o se encapsula sin interesarse por los demás; pero veamos si funciona la solidaridad, por ejemplo, como una virtud social importante para atender las necesidades de justicia de la población”, reflexiona Martínez.
Ahora bien, ¿se puede vivir sin conocer el sentido de la propia existencia?, por supuesto. Muchos viven o vivimos así, pero —como cuestiona Martínez—, “¿no será mejor tener una vida más plena y preocuparnos por ese sentido de nuestra existencia?”; entonces estas grandes preguntas, nos ponen en una dimensión superior a la de cualquier persona que no se cuestiona así misma.
Jorge Martínez, también dejó en claro que, esta invitación, no solo es para los creyentes de alguna confesión religiosa, sino para todos en general. “Nadie es moralmente imputable si no se hace estas preguntas, pero de lo que se trata, es de entender en profundidad el significado de la existencia humana”, apuntó.
Es por ello que, resulta necesario revisar la historia y cuestionarla, volver a la filosofía y a las artes, en fin, a todo aquello que implique un desarrollo integral del ser humano.
“Hay que volver a los maestros del pensamiento clásico, que no están sometidos a la erosión del tiempo, por ejemplo, si leemos a Platón, en su teoría de la democracia, encontraremos ideas que describen las cosas que vivimos hoy en día. Lo mismo ocurre con Aristóteles o Tomas de Aquino”, detalló.
En suma, recurrir a las Humanidades, en opinión de Jorge Martínez, “es una vocación de segundo orden” que, a diferencia de la vocación de primer orden (gustos e inclinaciones por hacer algo en la vida), te da libertad para preguntarte por el sentido de la existencia.
Aunque claro, esto puede demandar un mayor esfuerzo y de lucha contra uno mismo, para salir de nuestra zona de confort y optar por esa incomodidad que provoca el cuestionarnos, en particular por el trato que tenemos con los demás, pero al mismo tiempo, también nos promete alcanzar un estado de plenitud, donde la persona es consciente que su libertad llegó a un punto que lo hace pleno.
De esta forma, si estamos comprometidos con la búsqueda de la verdad, viviremos en permanente vigilia por vivirla en cada aspecto que transforme nuestra existencia y que proyecte nuestra participación en la sociedad.
Cuestionarnos nuestra existencia, comportamientos y razón de ser nos permite ser conscientes de nuestra libertad y proyección social. Si estás interesado en el área de Humanidades o en otra especialidad, te invitamos conocer más sobre nuestros programas y cursos de especialización. ¡Contáctate con nosotros!