Docente de Humanidades de Universidad Católica San Pablo, analizó la orientación del gobierno de Perú Libre
Lo que viene con el Gobierno de Pedro Castillo, salvo algún cambio personal y con una clara intención de ello —lo cual es difícil de prever por lo visto hasta ahora— es que no solo se implementará una gestión de abierta orientación marxista y de control de las instituciones democráticas del país, sino que, se buscará imponer políticas de Estado que estén fuera de cualquier discusión sobre si son buenas o malas para el país.
Así lo entiende el docente de Humanidades de la Universidad Católica San Pablo, Juan David Quiceno, al advertir que el problema de sistemas políticos, como el que propugna Perú Libre, es considerar que el poder político está por encima del discernimiento del bien y el mal de las personas.
“Se cree que para implementar algunas políticas [de Estado] en beneficio de todos, se pueden cometer atropellos, atentar contra la dignidad humana y no respetar los derechos fundamentales de las personas”, explicó.
Quiceno —filósofo de formación—, consideró que la gestión de Castillo, en la práctica propone un gobierno de orientación comunista que, por definición, no es acorde al respeto de las instituciones democráticas, sino que buscará su control y demolición. “Y aquí está el enfoque decisivo que la sociedad civil debe entender, de que en virtud de lo que ellos conciben como lo adecuado para la sociedad, no dudarán en hacer lo necesario para conseguirlo”, sentenció.
De igual forma, recordó que, desde una perspectiva histórica, el comunismo y la democracia son sistemas políticos excluyentes y eso implica que para que uno de ellos se mantenga vigente en el tiempo, debe ser a costa del otro. Por lo tanto, en nuestro caso, dependerá de la fortaleza que tengan las instituciones democráticas para resistir a las pretensiones del gobierno de turno.
“Perú Libre y Pedro Castillo, se necesitan mutuamente, pero para Castillo sería mucho más beneficioso prescindir de Perú Libre, porque se ganaría el respaldo de un sector de la población que ahora se mantiene en oposición a su gobierno”.
Juan David Quiceno, docente de Humanidades de la Universidad Católica San Pablo.
“Esta tesis se está moderando por algunas opiniones [de políticos] y por el hecho de que la misma población podría reclamar al sentirse engañada en lo que quiere; pero al final, dependerá de las mismas instituciones garantizar su vigencia, ya que está en juego su permanencia”, agregó.
En esta perspectiva, Quiceno también lamentó que los autodenominados defensores de la democracia en el país, “defiendan sus propios intereses” por encima del bienestar nacional, lo cual debería llevarnos a reflexionar sobre la importancia de los fundamentos morales y éticos de todo discurso político, para no repetir elecciones tan conflictivas y polarizadas como las disputadas entre Pedro Castillo y Keiko Fujimori.
“Lo político no puede ser amoral. No todo vale y no se puede pasar por encima de todo para ganar una elección. Y eso es lo que vimos en las elecciones pasadas”, enfatizó.
En relación al estilo de gobierno de Pedro Castillo, Juan David Quiceno, opinó que no es muy diferente a lo que propone Perú Libre y lo que llama la atención, es su limitada participación pública para exponer lo que piensa y quiere hacer.
“Al hablar manifiesta cierto distanciamiento [con el partido], pero en lo que hace, no. Además, el presidente no habla mucho y tampoco se le ve por sus acciones. Al contrario, deja que otros hagan y comuniquen como el primer ministro [Guido Bellido], que tiene una línea de acción muy clara [y cercana a Vladimir Cerrón]”, detalló.
Todo esto haría percibir una falta de protagonismo y carencia de liderazgo de parte del mandatario de Estado.
“Pedro Castillo es un personaje políticamente muy maquillado. No tiene un temple fuerte y parece manipulable en ciertos aspectos. Por momentos parece confundido, en otras ocasiones parece extremista o que quiere ir a un lado más democrático. Aún es muy temprano para saber si realmente hay una distinción entre él y Perú Libre. Tendríamos que esperar un poco más para que no solo hable, sino que también actúe”, concluyó.
EL DATO
Juan David Quiceno, descartó que la ideología socialista de Perú Libre, esté vinculada al socialismo progresista, ya que el gobierno de Castillo, no tiene una agenda cultural vinculada a la ideología de género, a la igualdad de derechos o al discurso a favor del aborto y la eutanasia.