El ministro de Educación, Ricardo Cuenca, anunció días atrás que el primer mes del año escolar 2021 —que empezará el 15 de marzo— “será remoto y virtual” en todos los colegios del Perú, debido a la ‘segunda ola’ de la pandemia del COVID-19.
Pasado el 15 de abril y de acuerdo a las condiciones sanitarias del país, “se pondrá en marcha un sistema flexible, gradual y voluntario” para el retorno a la educación semipresencial, es decir la educación a distancia o también llamada educación virtual, será fundamental en el desarrollo de las labores escolares de este año.
Pero la pregunta es ¿cómo sostenemos un sistema de educación a distancia en el Perú?, el profesor de la Maestría en Humanidades de la Universidad Católica San Pablo, Enrique Gordillo, señaló que esto será posible a partir de una transformación “estructural e integral” de todo el sistema educativo. Y aquí se deben considerar varios aspectos.
El también educador y miembro de la Sociedad de Investigación Educativa Peruana (SIEP), explicó que primero es necesario que el Ministerio de Educación (Minedu), haga una evaluación sobre cómo nos fue en esta primera experiencia, desarrollada en el 2020.
Aquí se debe considerar qué tan efectiva fue la plataforma implementada Aprendo en casa y qué resultados se consiguió. Es decir, conocer el nivel de aprendizaje logrado por los alumnos y las competencias alcanzadas de acuerdo a los objetivos previstos en cada curso. E incluso, analizar el nivel de apoyo que tuvieron de parte de los padres de familia o familiares a cargo de los estudiantes.
Gordillo, explicó que “en teoría”, los padres de familia deberían tener más tiempo en casa, sin embargo muchos de ellos —debido a la crisis económica— tuvieron que salir más a la calle, en busca de los ingresos necesarios para atender las necesidades del hogar.
Esto no se acabará con la vacuna contra el COVID-19, los entornos virtuales educativos seguirán entre nosotros y eso debe quedar claro en los padres de familia, estudiantes, los responsables de las políticas educativas del país y el propio mercado laboral”.
Enrique Gordillo, profesor de la Maestría en Humanidades de la Universidad Católica San Pablo.
Enrique Gordillo dijo que la pandemia debería hacernos conscientes del cambio de paradigma educativo que afrontamos, con la irrupción de las tecnologías de información y comunicación (TIC) y los entornos virtuales.
“Esto no se acabará con la vacuna contra el COVID-19, los entornos virtuales educativos seguirán entre nosotros y eso debe quedar claro en los padres de familia, estudiantes, los responsables de las políticas educativas del país y el propio mercado laboral”, precisó.
Pero tampoco se debe dejar de lado el aporte de filósofos y teóricos que deben reflexionar sobre lo bueno y lo malo de este cambio.
Este nuevo contexto, agregó, requiere de una capacitación docente que ayude a superar las limitaciones en el manejo de las herramientas digitales y entender la lógica que hay detrás de las plataformas virtuales.
El investigador educativo, precisó que el docente no solo debe saber utilizar la herramienta digital desde el punto de vista utilitario y práctico, sino a partir del fin pedagógico que le dará en el proceso de enseñanza.
“Lo ideal es involucrar a los estudiantes en el uso de la plataforma virtual y no solo para descargar contenidos, sino para que puedan desarrollar tareas en tiempo real con la supervisión del docente”, señaló.
No obstante, Gordillo también reconoció que en este proceso de alfabetización digital, se debe tomar en cuenta la realidad socioeconómica de los profesores. La gran mayoría de ellos son padres de familia y como tal “deben buscarse la vida” para afrontar los mayores gastos debido a la pandemia, por lo que las capacitaciones y el deseo de aprender pueden colisionar con sus necesidades familiares.
Aquí es donde entra a tallar la participación de las autoridades educativas nacionales, para que tengan en claro que la educación a distancia demanda de un abordaje multidimensional e integral, para no cargar toda la responsabilidad en los docentes.
Enrique Gordillo, también llamó la atención sobre la afectación psicológica de los docentes debido al estrés que soportan en la actualidad. Por eso, dijo, que sería muy importante saber cómo esto les afectó como profesionales y responsables de la economía familiar, antes de obligarlos a capacitarse “para que no sean responsables de un desastre”.
Esto tiene que ver con la poca importancia que se la da en el Perú a la salud mental y sobre los efectos que puede tener en la economía y la reproducción de desequilibrios emocionales en los hijos, amigos, etc.
Otro cambio estructural y de largo plazo que se debe considerar, es el aspecto de la evaluación escolar. Enrique Gordillo consideró que el actual modelo no debe centrarse solo en evaluar competencias, es decir en lograr que el estudiante sea capaz de hacer cosas. “Los contenidos también son importantes”, cuestionó.
“Es necesario redefinir la evaluación y esto llevaría a rediseñar toda la educación”, sentenció.
El especialista propuso modificar los contenidos que deben aprender y las competencias que deben adquirir los estudiantes, en este contexto de pandemia y de educación a distancia. De tal forma que se tenga un currículo más corto, pero a la vez más consistente y que sea evaluable de una manera distinta a lo que se hacía a nivel presencial.
Como vemos la tarea para sostener la educación a distancia en el país no es nada sencilla, pero si no empezamos a hacer algo ahora, será más complicado adaptarnos a esta ‘nueva normalidad’ que trajo la pandemia.