Fuente: Encuentro
Son polos opuestos. Mientras Pedro Castillo dedica una sección completa de su plan de gobierno a crear una nueva Constitución, Keiko Fujimori la defiende y construye sus propuestas sobre la misma. Respecto al capítulo económico de la carta magna, el cajamarquino propone pasar de una economía social de mercado a una “economía popular con mercados”.
Encuentro analizó las propuestas estructurales en materia económica de ambos candidatos, junto con Gustavo Riesco, economista y director del Centro de Estudios en Economía y Empresa de la Universidad Católica San Pablo (UCSP) y docente del Departamento de Ciencias Económicas y Empresariales de la UCSP.
En lo económico, bajo la actual Constitución, el rol del Estado se orienta hacia la promoción del empleo, salud, educación, seguridad, servicios públicos e infraestructura. El Estado, está limitado a realizar actividad empresarial, es decir a poseer empresas.
Castillo pretende dar un giro completo a este rol, permitiendo al Estado contar las mismas. “Al plantear la economía popular de mercados, liberamos al Estado para que pueda crear empresa y competir equitativamente con el empresariado”, cita su plan de gobierno.
En esa línea, propone estatizar sectores estratégicos, en caso que “las empresas no acepten las nuevas condiciones de negociación”. “El Estado peruano debe proceder a la nacionalización del yacimiento en cuestión de los sectores mineros, gasíferos, petroleros, hidroenergéticos, comunicaciones, entre otros”, postula.
Para Riesco este giro sería inoportuno. “La Constitución de 1993, es la que ha permitido el crecimiento en las últimas décadas, de manera que no es conveniente un cambio dramático de la misma. Pueden hacerse algunas reformas puntuales, pero que cambie radicalmente el capitulo económico, es una mala idea”, apuntó.
Con respecto a la posibilidad de otorgar libertad al Estado para formar empresa, Riesco recordó que antes, el Estado ya asumió ese rol y lo hizo mal. Asegura que no es lo ideal. “Demasiadas empresas que estaban en poder del Estado, fueron incapaces de invertir porque eran mal manejadas y generaban pérdidas. El Estado tenía que meter dinero que no era suficiente y esos recursos se utilizaban mal”. señaló. Hoy, de acuerdo con Riesco, quien genera la riqueza del país son los privados. “La gallina de los huevos de oro es el sector privado, pues tiene claros incentivos para hacer las cosas bien, porque hay una utilidad”, agregó.
Desde la otra orilla Fujimori insta a respetar el capítulo económico de la carta magna tal y como está escrito. En ese sentido Gustavo Riesco, opina que sí debería agregarse un punto adicional a esta sección. “Hay cosas que añadir en el capítulo económico, que es la regulación de monopolios y oligopolios. Eso es un tema de fallas de mercado y ahí el Estado tiene que intervenir. Eso tiene sustento económico”, explicó, y es que, según dice, estos modelos son poco competitivos en diversos sectores del país.
Desde Perú Libre, Pedro Castillo, plantea la no dependencia de la deuda externa como mecanismo de financiamiento. “Todos los tipos de deuda deben ser canceladas en el país, previa renegociación de las cifras primarias”, se lee en el plan de gobierno.
Por su parte, Gustavo Riesco, dijo que no tiene mucho sentido dejar de aprovechar la posibilidad de endeudarse cuando es conveniente. “Es como lo que hace cualquier ciudadano que necesita adquirir un bien o un servicio y en ese momento no tiene dinero”, señaló.
Además, considera esta posibilidad como una ventaja lograda por el país. “Una de las cosas que el Perú consiguió, gracias a la disciplina [económica] de tantos años, a raíz de la Constitución de 1993, es que es sujeto de crédito internacional y muy bien considerado”. Es decir, puede endeudarse a tasas de interés bajas, menores a las otorgadas a otros países.
En tanto, Fuerza Popular tiene dos propuestas, que para Riesco, deben pensarse muy bien antes de decidirlas. Keiko Fujimori plantea que el Banco Central de Reserva (BCRP) asuma más riesgos a través de nuevas políticas monetarias no convencionales. También propone que asuma la función de supervisión de las reglas fiscales, es decir que fiscalice ciertas decisiones económicas del Gobierno de turno.
“Es importante que el BCRP tenga como objetivo principal la estabilidad monetaria. Hay que tener mucho cuidado de no asignarle múltiples objetivos”, sugirió el especialista. Respecto al rol de supervisor de reglas fiscales, también insta a pensar con detalle estas propuestas. “Me parece un poco extraño que el BCRP, que es la autoridad monetaria, tenga que estar revisando lo que hace la autoridad fiscal, pero no digo que pueda estar mal, hay que verlo con detenimiento”, indicó.
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