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“Después de la pandemia, vendrán momentos críticos muy fuertes”

Desde una perspectiva académica, analizamos lo bueno y lo malo que viene para el país

Mientras en el Perú cada día aparecen más evidencias que confirmarían una ‘segunda ola’ del nuevo coronavirus y observamos lo que ocurre en Europa, donde varios países sufren las consecuencias de un implacable rebrote del virus chino, conviene analizar, ¿qué sociedad nos dejará esta pandemia?

Para Juan David Quiceno, profesor del Departamento de Humanidades de la Universidad Católica San Pablo, la llegada del COVID-19 a Perú, permitió constatar que vivimos en una “sociedad informal”, donde no solo el empleo se desarrolla en condiciones precarias, sino que también, hay una ausencia general de la “conciencia del deber”.

El especialista se refiere a esa falta de respeto por las normas, no solo de parte de la sociedad civil, sino de la clase política. Por ello, frente a esta realidad, sostiene que en los próximos años “vendrán momentos críticos muy fuertes”.

Sobre lo negativo, el magister en Filosofía por la Universidad Católica San Antonio de Murcia (España), advierte que tendremos una sociedad más temerosa. Tanto por miedo al encierro, a otra pandemia o simplemente por la desconfianza frente a lo que pueda ocurrir. “Eso es inevitable y la gente vivirá alarmada”, agrega.

En cuanto a lo positivo, Quiceno sostiene que “heredaremos una sociedad con mayor conciencia sobre la importancia de la responsabilidad y el cuidado del otro”, aunque esto se perciba solo en un sector de la sociedad que fue afectado directa o indirectamente por la pérdida de un ser querido o un amigo a casusa del COVID-19. 

En el plano político, tendremos una sociedad más consciente del poder que tiene. Esto fue evidente luego de la última crisis de Gobierno que provocó multitudinarias marchas en plena pandemia.

El confinamiento también permitió destacar la importancia del uso de la tecnología. El trabajo remoto y las clases virtuales son una constatación de ello, sin embargo, Juan David Quiceno, aclara que el reto de la sociedad será discernir sobre su finalidad, para que no domine la realidad humana o destruya las relaciones familiares.

Otro aspecto a resaltar, es que durante la cuarentena “aprendimos a valorar lo importante que es compartir en familia”, para dejar de buscar fuera del hogar lo que se puede encontrar en casa. Tal vez esta sea la mejor lección que aprendimos y que debería mantenerse en adelante.

A veces se aprende a golpes

Otra lección que quedará, es que la pandemia confrontó los estilos de vida de la sociedad actual. Como sostiene Juan David Quiceno, en ocasiones la gente aprende “a golpes” —aunque en otros casos por más golpes que se reciba, no se aprende nada— y ese será otro cambio que asuma la sociedad pospandemia, no solo a nivel individual, sino colectivo.

“Hablamos de una sociedad que tome conciencia de lo que significa vivir la vida, que se sensibilice frente a la muerte de alguien cercano y que tome la decisión de establecer prioridades en orden a la felicidad personal y comunitaria”, argumentó.